lunes, 28 de diciembre de 2015

Gastronomía: Estamos

El pasado día 14 de Diciembre se celebró en Madrid el II Encuentro de Mujeres Gastronómicas.

Una vez más un extraordinario elenco de mujeres profesionales como María Zarzalejos Ana Hernández,  María Giménez, Concha Crespo, Rosa Vañó, Teresa Sicilia, Marisa S.RicoCarla Gurrea ,  Lucía Matas y Susana García Fernández de Cañete.


En esta ocasión teníamos dos invitados excepcionales: Francisco Vañó, Director General de Castillo de Canena y Santiago Botas, catador profesional y experto en AOVES.

Nuestro producto estrella en el encuentro era el Aceite de Oliva Virgen Extra. No podíamos contar con otro que no fuera el que es considerado el mejor del mundo, así lo demuestran la multitud de premios que ya tiene en su palmarés, entre ellos , la Mejor Empresa Oleica del mundo 2015 por la prestigiosa guía Flos Olei: Castillo de Canena.


El acto comenzó de manera informal para pasar a una magistral cata impartida por Francisco Vañó de cuatro de sus nuevos aceites y contarnos la historia de los mejores pagos y de la historia de Castillo de Canena, con las aportaciones enriquecedoras de Santiago Botas.

Todo un lujo que pudimos disfrutar y degustar en primera persona acompañado de champagne.

Ya luego, en un ameno almuerzo, se pusieron en común los diferentes puntos de vista sobre el tema propuesto: “Por qué lo hacemos tan bien y por qué nos vendemos tan mal”.

Me resulta complicado resaltar todas las intervenciones ya que todas  las que se vertieron resultan atractivas e interesantes.

Concha Crespo nos relató su experiencia  profesional de los últimos años y cuando acabó nos faltó un gran aplauso. “Sembrar para recoger”, Concha no sólo emociona, generosa con su experiencia y profesionalidad, siempre es un placer que nos acompañe (y no me cansaré de agradecérselo.)

Se habla de la educación recibida  en las mujeres y Lucía Casas explica que, de alguna manera, somos la “generación de la transición”, ni antes ni después, y nos reímos cariñosamente de las anécdotas de  nuestras madres.



Rosa Vañó y Susana García  comparten  su paso por grandes compañías internacionales. Nos dejan el mensaje que “ser mujer es trabajar un poco más, porque tenemos dos trabajos, pero lo importante es  tener un  proyecto y centrarse en el objetivo”



De este modo ameno, compartiendo y aprendiendo, transcurre el almuerzo y la sobremesa.

Antes de finalizar, Ana Belén González Pinos, presidenta de la Asociación comunica que el siguiente encuentro se celebrará en Córdoba en el mes de Febrero, dentro del II Congreso Nacional de Mujeres Gastronómicas.



La Asociación participa de manera activa en el evento y habrá varias asociadas  en las mesas redondas que se van a celebrar, así como en talleres especializados.

No puedo acabar esta reseña y este año sin dar las gracias a todas las mujeres que han asistido a estos dos encuentros y a las que, por distintos motivos ha sido imposible su presencia.

Profesionales de primer nivel  que hacen hueco en sus agendas, cambian viajes y hacen todo lo posible por estar aunque sea a la hora del café.



Agradecer de todo corazón la ilusión, el trabajo, las palabras, todas las experiencias que aportan sentadas en una mesa y disfrutando de lo que más nos apasiona y nos une: la Gastronomía.

Llega un nuevo año en el que estoy segura tendremos muchas más a nuestro lado y en el que no sólo daremos qué hablar, también trabajaremos juntas para llevar a cabo multitud de proyectos.


¡Os deseo a todos un Feliz Año 2016 repleto de éxitos !

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Abriendo La Lata...

Creo, sin error a equivocarme, que esto de las latas siempre ha estado en nuestras casas.

Mis abuelos ya disfrutaban de ellas en noches de  verano donde una de sardinas con una cebolleta picada y pan hacía las delicias de todos. ¿Y quién no ha abierto una de  mejillones para acompañar una cerveza rodeada de amigos?


En Madrid siempre hubo (y hay) lugares donde tomarse un extraordinario vermut de grifo rodeada de las mejores. Bares, tascas y tabernas que guardan aún el sabor añejo de aquellos años de esplendor  y que hoy son visitados por los que añoramos una buena conserva.


Es por ello que cuando conozco a Ángel y me habla de su bar de tapas/ restaurante( La Lata Montada) quiero ir a verlo y sobre todo, probar todas esas cosas que me cuenta.


El  espacio es coqueto, con colores cálidos y detalles que te hacen sentir como en casa. Flores en las mesas o  pequeñas pizarras con mensajes que te hacen sonreír.


Pídete una cerveza porque es de los lugares donde se tira muy bien y luego sencillamente, disfruta con esas “cosas maravillosas que vienen en lata”. Aunque si eres más de vermut  tienes varios para elegir (implantada ya está  la hora del "vermú" de toda la vida oiga)

Una manera diferente de comer unos berberechos, (de nuevo con vermut) y pipas de vinagres añejo. Sorprendente. Aquí nada es lo que parece, y no todo es tan simple como abrir la lata, es presentar un plato con un excelente producto de una manera distinta.


La idea de los chipirones con anchoas y mousse de su propia esencia es un juego que funciona muy bien. La anchoa aporta la sal que  el chipirón no lleva haciendo las delicias de los comensales.



La tosta de pulpo al ajo y aceite y la Mousse de queso y boletus , ambas elaboradas en su propia lata , hacen que cambie la opinión de algunas personas sobre las conservas.


No dejamos de divertirnos y de ello se encargan Ángel y su socio José (falta hoy Sonsoles) y nos sorprende con “La noche que la alcaparra salió de juerga”, unas anchoas que envuelven  literalmente a una alcaparra y que en boca es sencillamente redondo.


Una ventresca  muy fina con su reducción y recuerdos del Himalaya (Sal rosa y gris) y para terminar una Carrillera Ibérica que sorprende muy gratamente.

 Y sorprende porque he de recordar que todo viene en  conserva. Productos de primera calidad, como aceite de oliva virgen de Castillo de Canena.



Finalizamos con una Secreto Ibérico  y un plato de  Marmitako, (ese día en el menú), que estaba extraordinario. Dos señores platos para  terminar tan singular, divertida y espectacular  comida.



Dispone de una carta de vinos, cavas y champagnes muy acorde con el lugar, amplia y correcta con precios atractivos.
La Lata Montada es parte de un  proyecto global  y próximamente abrirán dos espacios más, uno de ellos de 600 metros y con  muchas sorpresas.


De lunes a viernes dispone de menú del día por 10 € (déjate sorprender).

Al tener muy pocas mesas te recomiendo que reserves con antelación hasta la  apertura de los otros espacios más grandes.



Por motivos de seguridad (se encuentra al lado del Congreso)  aún no disponen de  teléfono. Reserva  en sus redes sociales o vía mail: info@lalatamontada.com

Ticket medio: 20 €

La Lata Montada
C/Marqués de Cubas 16
28014 Madrid